Médicos del ISSSTE ya rebasan a la dirigencia SNTISSSTES se desploma

. LOBO NEGRO. …………………………………………………………

Al filo de las nueve de la mañana del martes tres de enero se agruparon médicos del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre en el auditorio del primer piso para que se les informara la manera de registrar la asistencia laboral.

En el turno de la voz, Francisco González Esquivel, Panchito, “cantinflea” al informar que “se pierde un derecho adquirido al obligar a los médicos a checar tarjeta cuando durante 36 años han firmado su asistencia.

No vamos admitir una imposición”, señala el veterano líder el 20 de Noviembre, y propone cerrar Félix Cuevas y Coyoacán con su estilo ceceachero; cámara, pivote y llanta, “hasta donde tope, no nos vamos a detener”…

El siguiente al bate, Eduardo Salazar, dirigente local del SNTISSSTE, abanica un strike; “reitero lo que ya dijo el compañero Francisco, estamos con ustedes”.

Inmediatamente se deslinda y ofrece el micrófono para que los médicos propongan una solución al “conflicto”.

“Tenemos mucho tiempo para llenarnos de ideas en lo que ponen los biométricos… se los dejo a su consideración… una de las soluciones más contundentes es cerrar Félix Cuevas para que sean incluidos en esta manifestación… ¿Sale?”

Los médicos quedan troleados, en actitud de no mamen… intercambian miradas y ademanes de uso what are you looking for?

Se escucha en el imaginario un… Ladies and gentlemen, calm down… Entra al quite el compañero Ordaz, en versión ujier de antro en modo perdonavidas…

Ahora con ustedes “el compañero Mario Ordaz, vicepresidente del sentiste en representación de la compañera doctora Norma Liliana, les va a dirigir unas palabras”, presenta Lalo Salazar… -fanfarreas y redobles-

“Como afirman los que me antecedieron se viola un derecho adquirido (¿firmar asistencia al antojo del trabajador?. El conflicto está en la forma de cómo se dieron las cosas, jamás se tomó en consideración la opinión de la representación sindical”.

En diciembre pasado, se dio a conocer un oficio proveniente de la subdirección de personal donde se da la indicación de que a partir del día laboral, dos de enero del 2023, todos los médicos deben registrar su asistencia a través de reloj checador o de biométricos digitales, aspecto que indignó a la dirigencia del SNTISSSTE por el reclamo de sus representados.

Cuenta la leyenda que existió un convenio donde se establece que los médicos registrarían su asistencia por medio de firmas y que estas se vincularían a premios estímulos y recompensas como un beneficio adicional, luego de homologar sus percepciones con respecto a las de los trabajadores médicos del IMSS, a partir de mayo de 1986, sin fecha de término.

Durante 36 años, los médicos, favorecidos por el prigobierno, de dejarlos investigar, dedicarse a la enseñanza, a tener dobles y triples empleos; en el ISSSTE, IMSS y particulares, como es el caso de “los de cardiología que consultan en el Mocel, después de las once de la mañana”, a decir de un médico de enseñanza, entre broma y broma en los pasillos del 20 de Noviembre.

Mario Ordaz, con su voz engolada de locutor cincuentero y poses al estilo Paco Stanley, repetía y repetía el mismo choro de Norma Liliana… imposición, ilegalidad, violación al convenio, pero, “hay esperar a que instalen los biométricos”.

Ya era el segundo día de regreso de temporada vacacional y… la lista de asistencia se ubicó en el sótano del CMN 20 de Noviembre en la zona de registro de asistencia o checado… los rebeldes firmaron su entrada en Asistentes de la Dirección y en sus respectivos servicios; una romería de un piso a otro, descontrol… con supervisión del OIC.

En tanto, más tarde, los médicos asistentes a la asamblea sindical con promesas resolutivas, que se convirtió en una catafixia de ocurrencias…

Comenzó la subasta de quién da más en el precio: “yo opino, que a manera de inconformidad cada quien firme en su servicio… mejor no firmar, pero todos, todos… que mejor se firme donde ya se dio la indicación para cumplir con la normatividad… no, mejor que cada servicio firme y las listas se entreguen al sindicato y este las haga llegar a personal…”

Hora y media de ocurrencias, hasta que don médico grillo Merino Rajme, ex director del CMN 20 de Noviembre y padrino de Chaf González y Quely Salazar, tomó la voz cantante y secundó la moción de cerrar Félix Cuevas, con la anuencia del representante Sindical Nacional, licenciado Ordaz..

Otra media hora de ocurrencias y a todo decían que sí, ahora en su versión Mr. Larry Fine González, Moe Howard Salazar y Curly Howard Ordaz, The Three Stooges.

Como brazos ejecutores de los Médicos del CMN 20 de Noviembre se nombró a tres representantes; los médicos Merino Rajme, ex director del 20 Noviembre, Antonio Ceballos, también trabajador del IMSS; doctora Orozco y doctor Castañeda.

Para cerrar la reunión, en resumen, “si hoy a las seis de la tarde no se dan a conocer las estrategias para solucionar el conflicto laboral, nos iremos a guardias mínimas y cerraremos Félix Cuevas, categórico afirmó Merino Rajme; “que nuestro sindicato apoye de verdad a los médicos”, atajaría el doctor Ceballos a quien la amnesia le jugó mal; “él ya no pertenece al SNTISSSTE, ya es harina de otro costal”, diría un vecino de butaca.

Muy de mañana del 4 de enero, a las siete y media comenzó el mitin; Merino dio el banderazo a Panchito; se cerraron las calles aledañas. Más tarde llegó la presidenta del SNTISSSTE.

Norma Liliana Rodríguez Argüelles dio una breve explicación a un selecto grupo de médicos; dio entrevistas banqueteras, se unió a la marcha y a la gritería de “Fuera Zenteno del ISSSTE no más imposiciones ni acoso laboral”…

Un medio centenar de médicos y morralla de trabajadores la acuerparon unos minutos y de ahí se fueron caminando al Hospital Regional Adolfo López Mateos. Ahí, otro puñado de médicos, más algunos integrantes de su Comité Ejecutivo Nacional, más de fuerza que por convicción.

En conclusión, jamás se reunió Norma Liliana con los médicos del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre; jamás explicó nada; jamás se integraron a la marcha, al mitin, al cerrón de calles, los “brazos armados” de los médicos inconformes; ni sus luces, ausencia de los doctores Merino; Ceballos; Castañeda, doctora Orozco,; “la crema y nata del protagonismo del hospital y nunca hacen nada”, comentario final de un médico con bata arrugada, casi gris, desgastada, con logotipos ilegibles en el hombro, así se identificó el galeno en tono de sorna, “soy de Admisión Continua”.