Méxicano demanda que se aquiete 4t, fenómeno catastrófico en la república
. BLAS A. BUENDÍA………………………………………….
La pravedad es un término que se refleja en la cualidad de actuar con iniquidad, con absoluta perversidad que se ramifica en una corrupción que llega a transformarse en costumbres solo practicadas por kleptocráticos a través de testaferros que operan desde los grandes escenarios como es el Congreso de San Lázaro.
Carece de prudencia, de mantener juicios cuidadosos en la toma de decisiones y acciones, lo que implica considerar las posibles consecuencias de nuestros actos y elegir el camino más adecuado para alcanzar nuestros objetivos bajo el marco del Derecho, cuyos actores se hicieron del poder bajo engaños y haber ejecutado el más escandaloso proceso electoral del 2 de junio.
"La prudencia es la madre de la seguridad", según reza el proverbio. Para Aristóteles, "la pravedad es la virtud que nos permite vivir con sabiduría"; y Confucio, estableció, "la prudencia es el arte de vivir con sentido común".
En resumen, los agentes del nuevo orden poderoso del Ejecutivo y Legislativo mexicano, les da cierto grado de “confianza” para instituir un Estado de Derecho chueco —como lo diría en su momento el famoso #NarcoPresidenteAMLO, en su vaivén sincrónico de auténticas y monstruosas burradas—.
Con base a todos estos cultos de perversidad, la abogacía independiente de la Nación deja constancia sobre el significado de la pravedad contrarios de motivos existentes para destruir a la justicia dada la forma de pensar y actuar de la Cuarta Transformación de la Nación.
Infinidad de togas están conscientes que la manera de especular y proceder de los políticos no puede ni debe ser admitida como una explicación legal, racional, verdadera y natural del fenómeno por el cual desgraciadamente atraviesa México en estos momentos de crisis política.
Los argumentos y razonamientos que manejan los Ciudadanos Diputados y Senadores del Congreso de la Unión, como pravedad de los motivos para apoderarse de la justicia, son nulos por su fundamentación.
Describen postular como su elemento estructural o central el combatir a la corrupción del Poder Judicial Federal, sin embargo, no toman en cuenta que tales razonamientos nada tienen que ver con un combate frontal en contra de ese fenómeno inserto en el entorno de procuración e impartición de justicia, dado que antes de su Reforma Judicial, el Derecho Positivo Mexicano marcaba mediante la aplicación del Código Penal Federal, la manera de demoler tal problema.
En este contexto, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, desde hace décadas había identificado y señalado tal problemática, proponiendo inclusive la forma de resolverlo a fin de evitar que ello se expandiera en otras potestades, como lo son, el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, dado que se detectó el dolo de un alto funcionario de la Nación que daba inicio a una alianza con el poder del narcotráfico. Y lo peor, ninguna autoridad hizo algo para salvaguardar la paz de la República. Hoy México es un polvorín.
De los razonamientos expuestos en aquél entonces por togas independientes, los mismos no fueron tomados en consideración, lo cual dio génesis con ello a la impunidad obtenida hasta el día de hoy por la pravedad como motivo para delinquir por parte del Estado.
Con relación a los elementos cronológicos que se refieren, es conveniente hacer notar que se interpuso en su momento una denuncia debidamente fundamentada, motivada y adecuada para que la Procuraduría General de la República, hoy Fiscalía, investigara y en su momento procesal, solicitara la sanción adecuada para finiquitar dicha problemática en forma contundente y legal.
Hoy como crítica de aquella inanición por parte del Estado, el Ateneo de Estudios Jurídicos Penales, refiere que legalmente no resulta adecuada esa Reforma Judicial impuesta a la fuerza con la pravedad hecha valer por Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores que dan y dieron motivos para hacer valer esa acción con el único objetivo de destruir a la justicia que togas honorables del Poder Judicial Federal impartían.
La sociedad se cuestiona, ¿qué puede provocar si la Cuarta Transformación altera el orden constitucional con la aprobación de una nueva reforma al poder judicial federal?; ¿cuáles serían sus repercusiones en México? y ¿cómo quedaría la imagen internacional del país?
La Cuarta Transformación de México, liderada por Andrés Manuel López Obrador —pese que ya dejó de ser el Jefe del Ejecutivo Federal—, a través de su heredera, Claudia Sheinbaum Pardo, sigue buscando implementar cambios significativos en el país, incluyendo una reforma al Poder Judicial Federal. Sin embargo, si esta reforma altera el orden constitucional, podría tener graves consecuencias.
Repercusiones en México. Desestabilización institucional: La reforma podría debilitar la independencia del Poder Judicial, lo que afectaría la separación de poderes y la estabilidad democrática en México.
Polarización política: La implementación de cambios unilaterales podría profundizar la polarización política y social en el país, generando conflictos y tensiones.
Impacto en la justicia: La reforma podría afectar la impartición de justicia, especialmente si se politiza la selección de jueces y magistrados, lo que podría llevar a una pérdida de confianza en el sistema judicial.
Imagen internacional de México. Cuestionamiento de la democracia: La comunidad internacional podría cuestionar la calidad de la democracia en México si se percibe que la reforma afecta la independencia del Poder Judicial y la separación de poderes.
Riesgo de inversión: La inestabilidad política e institucional podría disuadir la inversión extranjera y afectar la economía del país.
Pérdida de credibilidad: México podría perder credibilidad en la escena internacional si se percibe que no respeta los principios democráticos y la separación de poderes.
Es fundamental que cualquier reforma al Poder Judicial Federal se realice con un enfoque en la mejora de la justicia y la institucionalidad, y no como una herramienta política para concentrar poder.
La sociedad mexicana y la comunidad internacional deben estar alertas para garantizar que cualquier cambio se realice de manera transparente y respetando los principios democráticos, de lo contrario, el pronóstico estaría bajo reserva.
Es notorio que el dolo interpuesto por esa Cuarta Transformación de la República para apoderarse del Poder Judicial Federal, acompañó a los motivos de pravedad para obtener entre ambos esa afinidad que hoy perturba a la justicia con esos ímpetus por motivos de corrupción.
Todo México conoce que la independencia del Poder Judicial es fundamental para garantizar la impartición de justicia imparcial y proteger los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, hay preocupaciones sobre la influencia política en la selección de jueces y magistrados, lo que podría comprometer su independencia y una desaceleración para su desarrollo.
Las severas críticas que se han suscitado en torno a la Cuarta Transformación, incluyen la concentración de poder, argumentándose que el gobierno está concentrando poder y controlando instituciones clave, como el Poder Judicial.
Aunado a ello, la famosa 4t, irresponsablemente ha generado una polarización política y social en México, dando pie al descaro de la corrupción y el nepotismo dentro del gobierno, así como un descarado saqueo de las arcas de la Nación.
Tal como lo registra históricamente la extraordinaria y conflictiva época del hegemónico partido en el poder, el PRI, Morena —al muy estilo priista— le ha restado importancia a la independencia del Poder Judicial para cumplir con sus andanadas y su abierta vinculación con el narcotráfico.
Sobre esta incierta acción de la 4t en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, urge que haya definiciones porque México debe tener muchísima cautela hacia dónde quiere “caminar”, ya que las reacciones a nivel internacional, comienzan a observarse referente a las aberturas pecaminosas.
Sectores escrupulosos acusan, para abordar estas preocupaciones, proponen urgentemente abolir toda intentona de reforma constitucional en materia de justicia para garantizar la independencia del Poder Judicial, de lo contrario, el gigante de América del Norte —en esta época de elecciones— tomaría otros caminos de presión en contra de autócratas, principiantes de tiranos y dictadores.
El riesgo y sus escenarios políticos en México son fáciles de entender. Si Donald Trump llegara a ganar la elección presidencial de EU, “se detonaría una crisis constitucional por desacato a sentencias de la SCJN, sobre validez de la reforma judicial”.
En este referente, los norteamericanos impondrían un bloque comercial a México por carecer de un Estado de Derecho consolidado al poner en juego la selección de perfiles politizados y nada técnicos para candidaturas a personas juzgadoras, sin haber tenido una impecable carrera judicial.
Más aún, “los primos” protestarían la avanzada propuesta para seguir desapareciendo organismos autónomos cuando los mecanismos de selección, transparentes y meritocráticos para jueces y magistrados, están por pasar a la historia.
En este paradigma político, el gobierno de la primera presidenta de México, se enfrentaría a un paquete económico “difícil”, sumándose el balance entre deuda y crecimiento, sin dejar de lado algo más preocupante, “el aumento de enfrentamientos violentos entre narco-grupos criminales y elementos de seguridad constitucional en Sinaloa y otros estados mexicanos”.
Mientras el partido en el poder en México, Morena, carezca de atributos constitucionales, acometiendo cambiar su Carta Magna, para Estados Unidos es fundamental mantener un debate informado y respetuoso sobre este tipo de temas, que garanticen la salud democrática de México.
—¿Cuál sería la relación de México si Kamala Harris ganara la elección presidencial de EU?, muchos cuestionan.
—La relación entre México y Estados Unidos podría experimentar cambios significativos si Kamala Harris ganara la elección presidencial. Aunque sobresalen declaraciones específicas de Harris sobre su política hacia México, se podría analizar algunas áreas clave que influirían en la relación bilateral.
Inmigración: Harris ha defendido una reforma migratoria integral y ha criticado las políticas de Trump sobre inmigración. Esto podría beneficiar a México, ya que una reforma migratoria podría regularizar la situación de millones de mexicanos en Estados Unidos.
Comercio: La política comercial de Harris podría ser más favorable para México que la de Trump. Harris se ha opuesto a los aranceles comerciales impuestos por Trump y ha defendido la cooperación económica internacional.
Seguridad: La cooperación en materia de seguridad es fundamental para ambos países. Harris podría continuar la colaboración en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Medio ambiente: Harris ha defendido la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Esto podría beneficiar a México, ya que ambos países podrían colaborar en la protección de la biodiversidad y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
En resumen, una victoria de Kamala Harris en la elección presidencial de Estados Unidos podría tener un impacto positivo en la relación bilateral con México, especialmente en áreas como la inmigración, el comercio y seguridad nacionales.
Si bien es cierto que existe la esperanza que Kamala Harris se transforme en una diosa de la democracia, es importante advertir que el colectivo mexicano demanda que se aquiete a la 4t como un fenómeno catastrófico de la República.
Porque —avizoran— urge que el Pentágono meta en control la agenda legislativa de la Cuarta Transformación, manipulada desde el ostracismo por el llamado #NarcoPresidenteAMLO, con la firmeza de sentenciar que la pravedad de la justicia jamás deberá resquebrajarse
“¡Es cuanto!”, precisó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., que preside el prestigiado penalista Alberto Woolrich Ortiz.
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