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Nueva embestida “Judas bravucón” contra ex Ruta 100. Traidor mexicano.



El Sindicato Único de Trabajadores de Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta-100 (SUTAUR-100), alertó que es inconcebible que a estas alturas del nuevo milenio, y tras casi 27 años de constante lucha sociopolítica y laboral, todavía haya personas declaradas como idiotas y traidoras que se niegan a combatir la desmedida ambición de los defraudadores que se han enriquecido, que contrastan lastimosamente con los rostros del abandono y los olvidados de esta central camionera.

“Los vivales esquiroles, oportunistas y traidores, están al acecho, nunca han hecho ninguna promoción legislativa, civil, penal o judicial; hoy están feroces y van a intentar ser parte de los ‘logros’ que ha conquistado la Comisión Liquidadora en el CONGRESO-CDMX; están siendo inducidos por los traidores Ricardo Barco y Gabino Camacho, para sabotear las negociaciones de la citada Comisión con el Gobierno de la Doctora Claudia Sheinbaum”, fustigó Cuellar Valdez.

El líder moral de la ex Ruta 100, Jorge Cuellar Valdez, dijo que alrededor del conflicto laboral camionero existe un cáncer de inmoralidades por parte de los agentes de poder que de forma coludida, emplean a los bravucones plenamente identificados quienes lamentablemente hacen más votos por incrementar los métodos de corrupción, que restaurar el estado de Derecho —prácticamente perdido en todo el país—.

Clarificó contundentemente que la Comisión Liquidadora de la ex Ruta 100 es el órgano facultado que mantiene acuerdos legítimos y legales con las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México, que encabeza la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, y nadie más.

Acusó: “Ante la asechanza de una disidencia minoritaria y rapaz que solo hace escándalos para confundir y dividir a los ex choferes de esta central camionera —que el 8 de abril de 1995, por Decreto, fue declarada en quiebra dejando a miles de familias sin trabajo y en la vil pobreza—, esos inconformes siguen siendo totalmente retrógrados, sin ofrecer ninguna garantía reglamentaria y porque, además, carece de la representatividad legal que ya le fue ratificada a la Comisión Liquidadora del SUTAUR-100, por parte del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, con fecha del 7 de septiembre del 2021”.

Cuellar Valdez resaltó la importancia del reciente Punto de Acuerdo que la Comisión Liquidadora logró y que alcanzó mediante el consenso unánime y democrático de todas las fracciones parlamentarias insertadas en la II Legislatura del Congresos de la Ciudad de México, que a la letra dice:

“Proposición con Punto de Acuerdo de Urgente y Obvia Resolución por el que se exhorta de manera respetuosa a la Secretaría de Administración y Finanzas del Gobierno de la Ciudad de México y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del Gobierno de la República, a analizar la problemática expuesta por la Comisión Liquidadora del Sindicato Único de Trabajadores de Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta 100 y, con base en los recursos económicos disponibles, propongan una resolución paulatina y progresiva, a un pendiente histórico con los ex trabajadores de la extinta empresa”.

El trasfondo de solución de este conflicto laboral, apuntó, tiene tintes políticos donde campean las acciones de renegados, insidiosos e intrigantes que han frenado toda clase de negociaciones ante la buena voluntad tanto del Poder Legislativo local como del Gobierno de la Ciudad de México.

En la víspera del viernes 8 de abril cuando deba celebrarse el Vigésimo Séptimo Aniversario de la Quiebra de Ruta 100, los avances de las negociaciones “van por buen camino”, toda vez que confían que pese a las emboscadas disparatadas de un merolico embaucador que apodan El Cheché —cuan criminal—, lo único que éste viene generando es discordia y confusión, pero “su mejor arma es el engaño y la denostación que le hacen comparsa las mentes débiles”.

Ese sujeto que obedece al nombre de José Acosta Saavedra y quien tiene varias órdenes de aprehensión por los delitos de corrupción dolosa equiparada y asociación delictuosa, así como de lavado de dinero, sigue siendo el hazmerreír de los movimientos obreros de la ciudad, “porque por migajas y acciones de deshonestidad, existen compañeros insensatos que todavía actúan de manera errática e inadecuada a favor de ese incipiente grupúsculo”.

Dijo que ya son prácticamente 27 años de la quiebra de Ruta 100, y quienes fueron sus líderes Ricardo Barco López y Gabino Camacho Barrera —hoy defraudadores declarados mediante las actuaciones judiciales que obran en su contra tanto en la Fiscalía General de Justicia capitalina y en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México—, “manipulan al Cheché como una marioneta desquiciada”, dando vida a una terna de malnacidos que carecen de moralidad y convocatoria para sumarse y resolver en definitiva este conflicto por la vía legal.

Cuellar Valdez denunció por enésima vez que “la mano que mece la cuna” surge de quienes fueron líderes de esta empresa camionera descentralizada, que basados en la intimidación, la injuria y las amenazas de muerte resurgen en un momento delicado cuando el caso está por resolverse ante los buenos oficios de la II Legislatura del Congreso citadino.

Al hacer notar que el valor específico del conflicto de la ex Ruta 100 asciende a más de mil millones de dólares incluyendo su patrimonio inmobiliario, el eslabón económico que representa la liquidación de los adeudos porcentuales para los 12,004 trabajadores afiliados al SUTAUR-100 —integrándose disidentes y NO disidentes—, “la aprobación del referido Punto de Acuerdo de Urgente y Obvia Resolución en el pleno legislativo de Donceles y Allende, es para beneficio de todos los involucrados que siguen exigiendo justicia”.

Recordó también que en el caso de las inversiones de los ex trabajadores de la ex Ruta-100 en Grupo Metropolitano del Transporte (GMT), es otro de los componentes que se eslabonan en la liquidez que favorecen a los ex trabajadores de la R-100, por lo que las empresas de GMT y Líneas de Metrobuses que tienen un valor de más de mil millones de dólares, que por el momento, las autoridades capitalinas están en espera que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, encabezado por el magistrado Rafael Guerra Álvarez, emita el resolutivo final para fincar las responsabilidades históricas de los coautores de la quiebra de la Ruta 100.

Cabe enfatizar que en Derecho, la definición material e intelectual de la alta traición, se refiere a un conjunto de crímenes que engloban los actos más extremos en contra de las personas o grupos de poder. A menudo, cuando se acusa a un ente de traición, tal acusación es controvertida y disputada, cuando la persona imputada no puede identificarse con el grupo del cual es miembro, o de lo contrario está en desacuerdo con los líderes del grupo que hacen el cargo.

Los traidores que están identificados con la inefable mafia que manipula la dupla integrada por Ricardo Barco López y Gabino Camacho Barrera, acechan y conspiran en todo momento al Movimiento Revolucionario y Democrático de la ex Ruta 100, el cual sigue en espera que los Tribunales del país les hagan entera justicia.

Porque —arengó— “si no hay justicia, no habrá paz”, en circunstancias en que el conflicto de la ex Ruta 100 ya está a punto de pasar a la historia como “caso resuelto”, es decir, la administración de la Doctora Claudia Sheinbaum ha decidido en proyectar su imagen como un luchadora social que defiende también las causas de las clases trabajadoras y necesitadas, y que de algún modo está construyendo sus cimientos que le permitirán convertirse en una candidata presidencial, solidificando a la izquierda institucional, en la víspera de los comicios federales presidenciales del año 2024.

Engañosa y maquinal, el grupo espurio de Barco/Camacho se siente “seguro” de que a través de un fraudulento frente contrarrevolucionario y coludido con oscuros funcionarios gubernamentales, su pretensión es seguir dilatando la solución jurídica de la ex Ruta 100. “Nosotros seguimos confiando en la actual jefa de Gobierno para que nos haga justicia”, acotó el líder camionero.

En el marco de todo este embrollo, avizoró que malos servidores públicos siguen siendo atrapados por los tentáculos de la corrupción para incumplir y hacer justicia a los legítimos ex trabajadores de la R-100.

El dirigente camionero reiteró su confianza, en la buena voluntad del Tribunal Superior de Justicia local que emita las sentencias necesarias. Estimó que en los meses subsecuentes, serán cruciales que habrán de definir los caminos para el restablecimiento de la justicia y la entrega, por parte del gobierno citadino, de los emolumentos de liquidación que desde hace 27 años vienen luchando esforzadamente y eludiendo todo tipo de traiciones en contra de la ex Ruta 100.

Historia de Ruta-100. Para hacer un conteo sobre la central camionera Ruta-100, es necesario que desempolvemos los libros de la historia sindical de México.

Fue el 25 de septiembre de 1981 cuando todos los bienes de las empresas privadas de transporte que operaban en la ciudad pasaron a manos del entonces Departamento del Distrito Federal.

Luego de esa importante decisión del gobierno priista, el 18 de agosto de ese mismo año nació Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta-100 y para el 15 de enero de 1982 se fundó el Sindicato Único de Trabajadores de Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta-100, llamado SUTAUR-100.

A partir de ese momento la historia de la Ruta 100 se vivió en una década que salía de los movidos años setenta, cuando el movimiento armado revolucionario en México creció a lo largo y ancho del país y entraba en lo que algunos llaman la época de las grandes Coordinadoras.

En medio de ese gran auge del movimiento sindical y popular surgió el SUTAUR-100 influenciado por la Unión Obrera Independiente (UOI), como un sindicato que decía luchar por los intereses de sus agremiados.

Conforme crecía el número de choferes en la capital, crecieron las relaciones políticas y, debido a la propia lógica del trabajo en los camiones donde se transportaba la clase proletaria de la capital, se decidió a constituir un movimiento más grande, así nació el Movimiento Proletario Independiente (MPI).

Los años pasaron, y el SUTAUR-100 se convirtió en un problema para los gobiernos priistas de esos años, pues era el principal freno para volver a privatizar el transporte de la capital del país.

Fue así como después de una huelga de SUTAUR-100, se inició un juicio de quiebra para la empresa paraestatal en 1989, y hasta 1995 (8 de abril) se declaró su desaparición y la detención de su dirigencia, dando pie a un extenso camino de movilizaciones y lucha por parte de los agremiados que perdura hasta nuestros días, con las consiguientes traiciones por el amplio conflicto de interés que rodean a toda esta organización obrera.

Es un conflicto del “nunca terminar” y un peligro que ha estado rodeado de asesinatos —aún sin resolver—, a partir del Crimen de Estado en contra del Magistrado penalista Abraham Polo Uscanga, cuyos restos yacen en el Panteón Jardín de la Ciudad de México.

La nueva embestida del vival, oportunista, traidor y “Judas bravucón” contra ex Ruta 100, en síntesis, resurge con las acciones criminales del despreciado Cheché, es decir, “a Judas Iscariote normalmente se le recuerda por una sola cosa: su traición a Jesús”, y guardando las proporcionalidades entre la Teología con la Vida Terrenal, “una situación difícilmente similar, se está viviendo en el interminable conflicto de ex Ruta 100”, puntualizó Jorge Cuellar Valdez.

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