Obrador, odioso monstruo. Estado contra periodistas, las voces de la verdad.

A título personal, en mis más de 52 años de ejercicio periodístico y de quienes participamos con la pasión de llevar papel y pluma para apuntar y dar testimonio de los sucesos más trascendentales de la vida nacional, diariamente nos enfrentamos a los monstruos del crimen de Estado que siguen atentando en contra de la vida de los periodista críticos, cuya faceta se acentúa sin que haya fuerza ni institución nacional e internacional, de sancionar a esos intelectuales y materiales quienes desde las sombras, ordenan el fusilamiento de los profesionales de la información. La pasión en este singular oficio —hoy transformado en carrera profesional como Licenciatura en Ciencias de la Comunicación—, conlleva a retomar una frase que dentro del gremio periodístico, a través de los decenios, todos los días recobra esa pasión: “Reportero que no huela a tinta, no es reportero”, o como diría el sobreviviente Jesús Kramsky, “la tinta corre por mis venas”. La diferencia entre un periodista y un reportero es un poco como la diferencia entre un policía y un detective de homicidios; el segundo es un ejemplo concreto del primer término. Aunque hay muchos tipos diferentes de carreras de periodismo, el trabajo de un reportero cubre un alcance primordial porque pese a sus limitaciones, es el precursor de generar la noticia que posteriormente los analistas hacen suyas sus consideraciones, en un conjunto de habilidades específicas. El enunciado del Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A. C., en el sentido “¡Existen límites Señor Presidente!, ¡hasta para usted!”, para el adoctrinador y oclócrata López Obrador, es como echarle un balde de agua súper helada en sus espaldas, porque desde toda su vida ha mostrado una bestialidad de ir en contra de la lógica y la institucionalidad de la República. Su rebeldía lo ha llevado a jugar con la vida de millones de mexicanos en épocas de una incontrolable pandemia como la enfermedad por coronavirus, guerra genocida mundial silenciosa —detonada desde 2019—, que puso a prueba la vulnerabilidad de todos los gobiernos del planeta, y más en México cuyo sistema sigue desenvolviendo en los vínculos de la corrupción. Ese fenómeno pernicioso, para el agitador y anárquico López Obrador, desde siempre ha sido su deporte favorito, ya que en su época de provocador profesional, movía su dedo flamígero para chantajear a quienes tenían el control del poder presidencial, es decir, primero contra el PRI, y luego, contra el PAN. Hoy que es gobierno, el muy sinvergüenza presume tener “piel delgada”. ¿Asesinar a un periodista, cuál es la ganancia del gobierno? Desde la marañosa época salinista, los crímenes de Estado en contra de periodistas se han recrudecido. Pareciera que el presidente en turno le molesta sobremanera que se ejerza un periodismo libre y democrático, cuando el Jefe del Ejecutivo federal conoce puntualmente que constitucionalmente, los agentes de prensa tiene la obligación de alertar a la sociedad de los malos gobiernos que han desfilado en México, y que hoy en día, la peor pesadilla que se está viviendo, es la de soportar a un dictador. En humilde apreciación, hacer llamados a un sordo es batallar con una pared. Sin embargo, y en este contexto, el Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores, hizo suya la defensa a ultranza para defender a todos los periodistas de México. Emitió un llamado al Presidente de la República para frenar su carrera de ataques consuetudinarios, porque un día y otro también, peligrosa e inequívocamente marca la Agenda Nacional para arremeter en contra de los periodistas que no comulgan con la Cuarta Transformación, que para los entendidos, ni siquiera es un remedo que valiera la pena darle la importancia requerida. Empero, es una deplorable forma de echar a perder la vida de toda una República. La Vox Populi ha establecido una serie de criterios éticos que llaman la atención en citar: ¿cómo será posible respetar a un sujeto que se dice ser presidente, cuando ni siquiera venera el juramento constitucional que hizo cuando asumió el poder presidencial ante el pleno del Congreso de la Unión? La "toma de protesta" ante el Parlamento de San Lázaro, si bien es cierto que se trata de “un ritual más que un acto legal”, es decir, esa terminología liberal que se emplea en México cada vez que hay una asunción del poder y que se dice "protestar", viene siendo una palabra que entre sus significados está el de "expresar queja o disconformidad", según el Diccionario de la Real Academia Española, lo que viene a configurar el antagonismo de López, quien actúa con patética arrogancia para violentar el estado de Derecho. “El abuso de poder —cita el Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores— que ahora usted exhibe y que utiliza para exponer a un periodista (caso Carlos Loret de Mola) no solamente es una cortina de humo para desviar la atención de los asuntos que realmente interesan a los mexicanos, es sin duda, una abierta violación a las leyes y a la privacidad de los datos de un ciudadano”. Es de hacer notar que la ponzoñosa violencia verbal del Ejecutivo en contra de un periodista (s), no es nueva, porque en la víspera de quienes hemos tenido la fatalidad de haber cruzado palabra con el malandrín de Palacio Nacional, no queda duda que es rudamente antipático con la prensa, dando pie a describirlo no solo como un patán, sino como un argüendero, un arrogante, un bravucón, un bribón, un burlón, un calumniador, un censurador, un cínico, un cizañero, un conflictivo, un conspirador y un cruelmente corrupto. En la transición hacia el nuevo siglo XXI, este reportero tuvo la experiencia de soportar al delirante demagogo tabasqueño cuando en la vieja casona de Xicoténcatl —antigua sede del Senado de la República—, trató de entrevistarlo. Cuál fue la sorpresa que López al solicitar de qué medio representaba, y al escuchar que “soy reportero de la Agencia Mexicana de Noticias-NOTIMEX”, el desequilibrado mental de Macuspana, mostró una actitud como si le hubieran puesto un cohete por el trasero: “¡Yo no acostumbro a dar entrevistas a periodistas progobiernistas! ¡Seguramente debes ser un periodista de la Mafia del Poder!” De inmediato consideré que “Obrador es un odioso monstruo criminal de Estado contra los periodistas”, por lo que de forma inmediata le respondí: “Mira Andrés. En vista de que ya te mareaste por el poder que tienes, solo necesito preguntarte un hecho histórico de tu vida desgraciada: ¿Por qué demonios mataste a tu hermano José Ramón? Si no respondes a esta inquietud, dejarás a la interpretación muchas dudas de que efectivamente, te sigues convulsionando como el Caín de Macuspana”. —El tabasqueño no respondió, dio la espalda, y se retiró del salón de plenos de la antigua Cámara Alta. En ese pequeño periplo, a López se le espetó: “Con el tiempo investigaré el pasado de ese ‘agente peligroso macuspano’”, creándose el polémico y censurado libro Crímenes Ocultos de López Obrador. La legítima postura del Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A. C., en relación a tantos aquelarres que ha desarrollado infructuosamente el desvergonzado inquilino de Palacio Nacional, es puntual, toda vez que acusa: “Pero además del mal uso que hace de los datos a disposición del gobierno, los altera, los saca de proporción solamente para denostar y desprestigiar a un ciudadano. “La comparación que hace del salario que usted devenga y los ingresos que asegura corresponden al trabajo del periodista Carlos Loret de Mola, además de mostrar su talante autoritario, es una manifestación de la bajeza con la cual se conduce para tratar de demostrar que detrás de trabajos periodísticos donde se muestra la corrupción, el boato y la ostentación que hace su familia de una riqueza que no se sabe cómo se obtuvo, existe un interés mezquino para desprestigiar a su gobierno. “Con este gesto autoritario, no solamente rebasó los límites de sus facultades legales, también demuestra que en su afán por desviar la atención, es capaz de recurrir a cualquier artilugio para distraer la atención pública. “Mientras que su gobierno se caracteriza por la opacidad y un intento permanente por ocultar información que los mexicanos deben conocer, no tiene empacho en utilizar los datos privados a su disposición para exhibir ingresos de un periodista. Pero además su información carece de veracidad, no es precisa y esa alteración la descontextualiza. “No es un delito que un ciudadano obtenga recursos de manera lícita, así sean cifras millonarias —si ese fuera el caso—, si usted conoce esa información es precisamente porque ese ciudadano paga impuestos y presenta las declaraciones correspondientes lo cual permite a su gobierno tener recursos para, usted sí, utilizarlos discrecionalmente y reservándose el derecho de informarnos a nosotros los mexicanos. “Hace apenas unas semanas, usted Señor Presidente declaró ser respetuoso de la libertad de expresión, su expresión surgió derivada de la violencia que quitó la vida a varios periodistas mexicanos. Sus amenazas contra periodistas, expresadas en la conferencia matutina de Hermosillo, este 11 de febrero, no solamente van en sentido contrario a lo que dijo hace unas semanas, también son nocivas para una democracia que espera trasparencia de su gobierno y respeto a las leyes de su Presidente. “Si el Periodismo crítico le molesta, ¡tolérelo! “Si la vida de ostentación y lujo de su familia le causa oprobio que se conozca, ¡corríjalos! “Si su gobierno verdaderamente respeta la libertad de expresión ¡demuéstrelo! “Pero no se escude en información falsa, en diatribas o insultos a los periodistas que cumplen la función de exponer al público lo que usted quiere ocultar. “Hay problemas más graves en los cuales su gobierno debe ocuparse, que en andar exhibiendo los ingresos de un periodista; mejor investigue la corrupción al interior de su propio gabinete; aplique correctivos a sus hijos para que se conduzcan con la austeridad que a usted tanto le gusta presumir. “Asuma la responsabilidad que le corresponde, aclare al pueblo de México el origen de las fortunas de la cual gozan y disponen a sus anchas los miembros de su familia, hágalo por congruencia y honestidad, pero también por respeto a los mexicanos. “Señor presidente, Andrés Manuel López Obrador, los periodistas de México no solamente nos sentimos agraviados por su actitud, también reclamamos apertura, tolerancia, disposición y respuestas. “El trabajo periodístico no se pone a disposición de la aprobación del Presidente, es el pueblo de México quien la valida, la asimila y saca sus propias conclusiones, es frente a ese pueblo ante quien usted debe responder. “Hágalo con altura de miras, con la verdad incuestionable, desmienta lo que publicamos; pero no descalifique o fustigue, no sea usted el dictadorzuelo que utiliza la fuerza del Estado como un disuasivo político en contra de los periodistas que usted se encargó de poner en la lista de sus opositores. “Le exigimos respeto a la privacidad de los datos. “Le exigimos apegarse a la legalidad. “Nos oponemos no a su gobierno, sí a las formas autoritarias y de dictador que usted asume. “Nos oponemos a aceptar que en un mundo plural solamente ‘su verdad’ debe imperar. “Su opinión siempre será importante, pero no es la única; su visión de gobierno debe contrastarse y sus resultados deben compararse, es lo mínimo que distingue a una democracia. “Lo que usted le pide al pueblo de México: sacrificio personal, austeridad de vida, conformismo material y menos ostentación, debe ser lo mismo que pida a su familia y los haga cumplir con una severa rigidez. “No pida lo que no da y no abuse de un poder temporal que es limitado por la ley. “Si quiere respeto, ¡respete, a los ciudadanos y a la ley! “Hoy sus palabras fueron para agraviar a uno, pero nos agravió a muchos. Su difamación insulta a un gremio que ya de por sí está viviendo momentos aciagos, dolorosos, por la violencia y los crímenes contra nuestros colegas. “Todo tiene límites Señor Presidente, hasta su gobierno es temporal, recuérdelo siempre”, concluye el pronunciamiento político del Comité Ejecutivo del Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A. C., presidido por Rafael Cano Franco. Para puntualizar, es de mencionar que mientras haya gobiernos perversos, los crímenes de Estado contra periodistas, seguirán acallando las voces de la verdad.