PESQUISA POLÍTICA

TERCERA PARTE Y ULTIMA

Bajo amenazas de cancela la concesión de los Comedores Comunitarios, las autoridades de SEDESO, pisotean los derechos de los administradores, y los mantienen en silenció. “Que nadie habrá la boca”, es la orden de arriba.

Se logró tener conocimiento que los presupuestos asignados en los últimos años fueron de 900 millones para rehabilitación de comedores y de ese dinero los administradores no han obtenido, ni un peso.

Los afectados ya no están dispuestos a permitir tanta corrupción, ni tampoco que se burlen de los más necesitados, por lo cual solicitan que el presupuesto que se asigne a Comedores Comunitarios sea para el uso que se indica.

El programa se encuentra “alineado” con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Titulo primero. Capítulo, de los Derechos Humanos y sus garantías, Artículo cuarto.

Piden los administradores servicios de mejoras, que incluya dotación de mobiliario, así como el mantenimiento preventivo y correctivo para el buen funcionamiento y cuidado de todos, incluyendo comensales.

Que el servicio de comedores sea diario como lo marcan las reglas de operación. No se debe interrumpir. Pues para muchos representa su única comida del día.

Las administradoras de los comedores piden información para saber cómo fueron asignados los millones de pesos que fueron destinados para la compra de enseres, y la rehabilitación de los comedores comunitarios.

Es necesario que se canalicen los recursos que ya fueron etiquetados, los comedores siguen dando servicio y cumpliendo como lo marca las reglas de operación para seguir brindando alimentación a las personas en situación de vulnerabilidad.

Es necesario que se regrese el apoyo que se autorizó, de diez mil pesos para diciembre. Que está en gaceta oficial.

Cabe señalar que en los tiempos de la pandemia aumentó el número de personas que acuden a los comedores a tomar sus alimentos sagrados, rebasando el numero autorizado de comida, o apartan sus alimentos, sobre todo albañiles, estudiantes, trabajadoras, situación que por la pandemia se inició.

Se pide no crear candados para limitar su derecho de acceso a la alimentación, prohibiendo lleguen desde temprano apartar su comida para llevarla a sus hogares.

Funciona mejor, por la pandemia, que coman en nuestros pequeños espacios conforme a la sana distancia.

Ahora resulta que la gente que trabaja tampoco van a poder apartar su comida, porque los funcionarios correspondientes presionan, hostigan, y amenazan que, si se aparta alguna comida, el administrador será acreedor a un apercibimiento y posible cierre del comedor.

No les basta que para entrar tienen que confesarse los comensales, entregar hasta credencial de elector para una comida de 11 pesos.

Así mismo los administradores solicitan apoyo para que recibir un trato digno a todas las personas que laboran en los comedores comunitarios.

No represalias ni abusos de autoridad. Que es común en esta administración. No somos sus empleados. Además, que deberían incluir, renta del espacio, pago de luz, sobre todo de gas entre otros, porque éste gasto corre a cuenta del concesionado.

También pide que las autoridades correspondientes consideren en cuenta que todo subió de precio, ocupamos más de dos tanques de gas a la semana.

Los productos de la canasta básica también han aumentado de precio, más de 70 por ciento, sin considerar que hay mucho desempleo.

“Quieren que todo lo compremos con nuestros recursos, cuando nosotros cubrimos salarios, pago del espacio, predial, luz, etc”, indicaron.

Cuando se hacen estos señalamientos, los funcionarios de La Dirección de Comedores, indican que debemos tener un colchón cuando nos dejan sin recurso porque frecuentemente se debe de invertir más dinero porque no existe el apoyo correspondiente.

Cabe mencionar que cada jueves los funcionarios de SEDESO, no les entregan completo el presupuesto destinado a cada comedor, y aseguran que se va a reponer, pero finalmente se quedan con todo ese dinero.

Los administradores están en total desacuerdo en el oficio girado por la dirección a los administradores de los comedores, que a la letra dice que no darían el apoyo porque no hay dinero, que por causa de la pandemia ya no hay presupuesto.

Nos están quitando el recurso. Es un presupuesto ya autorizado. Pueden dejar sin inmobiliarios, pero sin dejar de comer es violatorio a los derechos humanos. Sin embargo, ahora de manera irregular se modifican a diestra y siniestra sin pensar en los que menos tienen.