Regulación y trabajo de marihuana México

La práctica de cultivo y consumo substancias psicoactivas es una actividad muy antigua en la humanidad, puede incluso remontarse a miles de años atrás en la historia

Para el caso de las civilizaciones del México prehispánico, algunas drogas eran empleadas con fines religiosos y medicinales. Los españoles encontraron drogas que eran consumidas por los habitantes de América, por lo que durante la época colonial los españoles incorporaron a sus cultivos la marihuana para poder satisfacer la demanda que existía de la hierba así como por aprovechamiento de las fibras de cáñamo. Durante el periodo de la colonia no existió restricción alguna en el consumo y producción de las drogas para uso recreativo y mucho menos para fines medicinales.

Fue hasta 1871 que se incorporó como delito el comercio de drogas para los casos de que no se tramitara una autorización que justificara el uso medicinal de la planta.

En este sentido, durante siglos e incluso milenios las sociedades implementaron políticas de libre control y regulación para el uso de las drogas, es decir, fue a través de la cultura y la religión que lograron generar consumos moderados.

A inicios del siglo XX comenzaría la instauración de una política criminal hacia la marihuana y otras drogas en el mundo entero, estos hechos establecerían los criterios que se emplearían para la aprobación de la Convención única de Estupefacientes de 1961, que adoptaría una política internacional de penalización del comercio, elaboración, posesión, compra o de enajenación de todo tipo de drogas.

Con la adopción de esta política de drogas en el mundo entero se inició una criminalización de consumidores, creando a su vez una especie de guerra mundial contra el narcotráfico.

El fundamento de estas acciones era implementar acciones severas que permitieran el cumplimiento de las leyes establecidas, y que a su vez redujeran el consumo para alcanzar un objetivo de “un mundo sin drogas”.

El fracaso de estas políticas ocasiono graves secuelas en el tejido de la sociedad mundial, el fortalecimiento de la delincuencia organizada que fue adquiriendo características de orden trasnacional, además que durante la implementación de Proyecto de Ley 19.172. (2012).

Estas políticas se incrementó el consumo, los delitos asociados a la distribución y venta de drogas en el mundo entero, adicionando que las nuevas dinámicas del sistema de drogas, a nivel mundial, incrementó los índices de violencia no nada más en el círculo que se desarrolla el fenómeno, sino en la sociedad en general.

Las consecuencias de la implementación de estas acciones a nivel internacional hicieron que desde el 2007 se iniciaran las reflexiones acerca de la instauración de nuevas políticas, en este sentido, este trabajo realizará una breve exposición de las políticas de drogas en Holanda como uno de los países precursores en el tema; el caso de Uruguay, como primer país en el mundo que reguló el cultivo, posesión y distribución de la marihuana; el caso Colombia; así como la regulación de la marihuana en Estados Unidos, para concluir con la propuesta de regulación en México.

Política de drogas en Holanda de acuerdo con la información disponible en la página oficial del Ministerio Holandés de Asuntos Exteriores, la política holandesa sobre drogas se centra en evitar el consumo de drogas y en limitar los riesgos que lleva aparejada la droga tanto para la persona que la consume como para su entorno directo y para la sociedad como un todo.

En la política y legislación holandesas (Ley holandesa de Estupefacientes) se hace una distinción entre cannabis (marihuana y hachís) y drogas duras (sustancias que conllevan un riesgo inaceptable para la salud, como éxtasis, cocaína, heroína, etc.).

En virtud de esta distinción, la tenencia de cannabis para consumo propio (hasta 30 gramos) no se considera delito sino falta. El objetivo de la política sobre drogas es, entre otras cosas, lograr una separación de los mercados de las drogas duras y el cannabis (que se vende en coffeeshops sometido al cumplimiento de condiciones muy estrictas).

La venta de cannabis en los coffeeshops (máximo 5 gramos por persona y día) constituye legalmente una falta, pero no se persigue si se cumplen condiciones muy estrictas.

El objetivo de esta política es evitar que los consumidores de cannabis queden marginados o que entren en contacto con otras drogas más peligrosas.

La idea es que un consumidor de cannabis que compra el producto a un traficante ilegal, tiene más posibilidades de entrar en contacto con las drogas duras.

Al separar el comercio de drogas duras y de cannabis, puede protegerse a los consumidores de cannabis de otras formas de consumo de drogas mucho más dañinas desde el punto de vista sanitario. La otra cara de la moneda es la persecución estricta de la posesión y la venta de drogas duras.

Los principales objetivos de la política de drogas en Holanda son:

 Reducir la demanda de drogas  Disminuir la oferta de drogas  Minimizar los riesgos del consumo.

Ahora bien, a pesar de las afirmaciones populares en el sentido de que existe una legalización de drogas en Holanda, la verdad es que su normatividad las prohíbe. Lo que se distingue de su política de drogas, es que no existe criminalización o persecución por la portación de consumo personal, así como la venta de cinco gramos de marihuana, la cual, únicamente se puede realizar en Coffeshops autorizados.

Resaltando el hecho de que el consumo de marihuana no es una actividad aceptada por la sociedad holandesa, de hecho su política está diseñada para desalentar el consumo de drogas, incluyendo el alcohol y cigarro.

Es importante mencionar que el desarrollo de la política de regulación de drogas en Holanda es una política de Estado soportado por tres instituciones: 5 el Ministerio de Justicia que es responsable del mantenimiento de la política (investigación y persecución); el Ministerio de Sanidad, Bienestar y Deporte, responsable de la política de prevención y asistencia; Ministerio del Interior y de Relaciones del Reino, que coordina las acciones entre a los gobiernos locales y la policía.

De tal manera, que se trata de una política de Estado de carácter multidimensional.

Lo que se busca con esta política es en primer orden la prevención en el consumo de marihuana, la no criminalización, la no generación de antecedentes penales por su consumo, la reducción de los riesgos que implica la compra-venta, así como la reducción de riesgos por el consumo en espacios no adecuados para los consumidores y otras personas de su entorno. Así mismo, acciones preventivas también son desarrollan en los centros escolares, en donde se informa a los jóvenes de los riesgos que conlleva el consumo de drogas en general.

De esta manera, a pesar de que las leyes prohíben la marihuana, el Ministerio Holandés de Asuntos Exteriores explica que la permisividad de producción, Ministerio Holandés de Asuntos Exteriores. “