Seis dirigentes sindicales le hacen feo al director del ISSSTE

. LOBO NEGRO. ………………………….

Desde principios de noviembre el director general del ISSSTE, Pedro Mario Zenteno Santaella, envío una cordial invitación a las seis dirigencias nacionales para que convocaran a sus gremios a la “Carrera ISSSTE 2023”, pues le hicieron el vacío, ninguno acudió y tampoco convocaron a sus afiliados.

En verdad que pese a los años de experiencia que tienen en las tareas político-sindicales, son bisoños sin oficio ni beneficio. Los seis se inscribieron para ver si la suerte los socorre con una Regiduría, Sindicatura, Concejería, en Morena sin ser, quizá, simpatizantes. 

Si fueron congruentes, pero sabemos que no lo son y se atascaron para pedir una diputación Federal, un espacio en el Senado y jodidamente para un curul local, esperarán sentados; 451 diputados piden ser reelectos y al menos las restantes curules ya tienen dueños de todos los colores.

Pues se le fue un instante estelar, al menos la foto para promover entre sus afiliados en la promoción del deporte. Para lo que son buenos es para estirar la mano y recibir los apoyos para “promover” el deporte entre sus afiliados que terminan en unas carreritas a ver quien corre más rápido sin reglas, sin logística.

Al menos se le reconoce al SNTISSSTE que sí tiene organización y los sindicalizados forman equipos de futbol, voleibol, basquetbol, atletismo y el deporte sexenal, el Beisbol, pero los demás sindicatos sólo justifican la lana con remedos de actividades de la hora del recreo y no se rifan la piel en encuentro nacionales. En lo único que coinciden todos, son en los hielos, grados Gay Lussac, botanas, sexo y rock and roll.

Quizá Norma Liliana Rodríguez Arguelles esté extasiada con tanto deporte que promueve entre sus afiliados, sobre todo si lo practican en el Centro Social, Cultural y Deportivo de González Lobo 100, en Tlalpan. Esa actividad sí deja singulares ingresos para comprar consultorios, residencias y quizá ya alcance para un hospital o laboratorio clínico, bueno, si su administrador, Luis Miguel Victoria Ranfla le deja meter mano.

Al doctor Zenteno le tocó bailar con la más fea, chimuela y mal aliento. Le heredaron un titipuchal de contratos leoninos, bandas organizadas para el saqueo de todo lo que se pueda vender clandestinamente en hospitales, consultorios y laboratorios particulares de facultativos del ISSSTE; medicamentos, equipos, materiales médicos diversos; vacunas.

Saqueo que se vende en las esquinas de colonias populares como toallas, cobijas, sábanas, uniformes, papelería membretada, inclusive. Qué decir de las plazas de base, escalafones al mejor postor; cambios de adscripción; beneficios sindicales a cambio de moches, sexo explícito de entrega inmediata en rincones inconfesables.

Ahí están el Centro Médico Nacional 20 de noviembre; el Hospital Regional Zaragoza; Adolfo López Mateos; Fernando Quiroz; Darío Fernández; 1° de Octubre; José María Morelos y Pavón; Tláhuac; oficinas de Delegaciones en la Ciudad de México; Hospital de Chilpancingo; Acapulco; Morelos, Tultitlán, Guanajuato; de repente, a momentos se convierten en cantinas y moteles con final feliz.

¿Pero, cómo se logra esto? En complicidad de dirigentes sindicales nacionales, seccionales, delgados; autoridades; servicio de vigilancia privada y Federal, viene-viene, vendedores ambulantes, taxis piratas, choferes de ambulancias y hasta derechohabientes come cuando hay y trabajadores corruptos. Lo malo del tema es que es un secreto a voces, corrillos de pasillos y así por la eternidad.

Lo novedoso es el pleito intersindical para apropiarse de las plazas como cárteles profesionales de metralla, de cuello blanco. No sólo se disputan a los afiliados, que ni a qué sindicato afiliarse, ni al bueno por conocer ni al malo por conocido.

¿Qué genera que la cuatroté no incursione en el ISSSTE?

Inexistencia del respeto a los Códigos de Ética y Conducta, desprecio a las Condiciones Generales de Trabajo que a nadie le importa; desconocimiento de la Ley del Trabajo, Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado que nadie entiende y todos aluden cuando se trata de defenderse por haber cometido alguna infracción grave.

Todo es producto de la incultura de conocimientos generales, malos hábitos, malas conductas, desatino sindical, que no existe sólo uno que ponga el ejemplo de cordura y buenos oficios, al cual más borrachos, agresivos, abusadores y acosadores sexuales entre sus filas; piden moches para todo; desde el festejo del cumpleaños del “jefe” hasta las flores para la Virgen y las peregrinaciones a la Villa de Guadalupe cuando tienen sus arcas llenas.