Un fratricida…hablando de moral, Es como decir: “¡Mira nada más, el burro hablando de orejas"

El fratricidio (de la palabra latina frater que significa hermano y cide que simboliza matar), es el delito que consiste en dar muerte deliberadamente a un hermano. En algunos países se condena también como fratricidio el dar muerte a un compañero de batalla.

Antiguamente era muy habitual que el fratricidio, al igual que el parricidio u otras figuras jurídicas similares, fuese penado como un delito independiente del mero homicidio, en atención a la particularidad de la especial relación entre el homicida y la víctima. Hoy en día es más común que se recoja la condena por homicidio y, en su caso, se vea agravado por la proximidad familiar con la víctima.

En el mundo de la literatura, publicada en 1961, “El coronel no tiene quién le escriba”, es una de las obras más célebres del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Se trata de una novela corta protagonizada por uno de los personajes más entrañables de la literatura hispanoamericana del siglo XX.

Conforme a esta introducción, entre la clase política no solo de México sino de todo el mundo, los gobernantes traen como “pantaleta de prostituta” a sus radicales amanuenses que se dedican a la habitualidad de la prensa escrita o electrónica, que una vez corrompidos, los inducen “hablar bien” de sus aparatos de gobierno, y si pertenecen a la Oclocracia, la mentira es mayúscula.

México no está exento de poseer a “periodistas” vendidos. Ejemplos sobran, incluso el escritor peruano Mario Vargas Llosa se lanzó en contra de las mañaneras de Andrés Manuel López Obrador.

El autor de La guerra del fin del mundo inauguró el 23 de septiembre el foro Los desafíos de la libertad de expresión, organizado por la Universidad de Guadalajara y la Fundación Internacional de la Libertad, y el cual tuvo como eje central la libertad de prensa en América Latina.

En la conferencia de prensa posterior a su participación, el nobel de Literatura criticó a López Obrador por realizar las conferencias matutinas, específicamente la sección ¿Quién es quién?, en la cual se exponen noticias falsas y opiniones de comunicadores, como si se tratara de una burla de habilidades y habituales consecuencias.

"No me gusta la figura de un presidente que se exhibe todas las mañanas comentando los artículos que lee en la prensa y muchas veces censurando o atacando a los periodistas. No me parece que sea la función de un presidente, transgrede esa función", declaró Vargas Llosa.

Es el reflejo carente de un “operador político” de medios, tras generar polémicas e innecesarias discusiones, que si bien caen en el terreno bizantino, siempre se ha conducido con apremio de inducción mediática; esa ha sido su política desde siempre.

En la evolución de la carrera delictiva de Obrador, saturada de mentiras, cuando refiere hablar de cuestiones “morales”, cae en el terreno olvidadizo de cuando con certera puntería asesinó de un balazo en la cabeza a su hermano José Ramón López Obrador, cuando eran dos imberbes jovenzuelos que se abrían paso en sus vidas.

Vidas que una de ellas, el rencoroso Andrés Manuel, le arrebató a su propio hermano, y que pasados los años y haber encabezado movilizaciones sociales de apología, ahora como Presidente de México, salga con sandeces de hablar de cuestiones “morales” que ni él mismo entiende.

En la Averiguación Previa TAB-140562-DOC-1122 (hoy Carpeta de Investigación, presuntamente “desaparecida”), trae consigo los peritajes que se desarrollaron en tiempo y forma en la época en que al jovencito Andrés se le hacía fácil provocar a diestra y siniestra, a quien se le pusiera enfrente, solo que con la ventaja de contar con sus aliados fortuitos que con el tiempo fue perdiendo debido a sus constantes traiciones cometidas.

En el libro Crímenes Ocultos de López Obrador, pese a todo, un libro que fue censurado desde que AMLO era jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, contiene todo el negro historial del zafio tabasqueño, de quien sus opositores como el Jefe Diego Fernández de Cevallos, lo ha venido criticando sin recato alguno por la mala conducción que ha hecho de México como gobierno.

Ese texto no fue distribuido por editorial alguna, sino por parte de pequeños empresarios que se dedican a la vendimia ambulante, se encargaron de aportar sus recursos patrimoniales con la idea de hacer de ese libro un best seller, toda vez que sus datos son fidedignos, punto por punto, coma por coma, acentuaciones y demás elementos gramaticales.

La característica del libro Crímenes Ocultos de López Obrador, primordialmente son los documentales periodísticos que se exhiben, los cuales no pudo destruir Andrés Manuel cuando fue alto funcionario del gobierno tabasqueño, para desaparecer esos irrefutables testimoniales.

En la actualidad, el famoso AMLO comulga de ser un sinvergüenza basando sus argumentos aventureros, con la mentira, al grado que se ha negado hablar a profundidad los motivos que le orilló a convertirse en un fratricida, ya que a su alrededor se han creado infinidad de mitos que no han sido plenamente esclarecidos.

Entre la comunidad intelectual y periodística, lamentan que López Obrador siga utilizando el púlpito de Palacio Nacional para emitir sus conjeturas, atacar a todo mundo que se deje, así sea nacionales o hasta internacionales.

Dice un histriónico dicho que a López Obrador “no hay chile que le embone”, siempre quiere “tener la razón” muy por encima de cualquier razonamiento, sino más bien, crea espasmos de dolor y angustia de solo saber que el ahora Presidente de la República arrastra un negro historia por haber no solo matado a su consanguíneo, sino la otra historia negra de su amigo José Ángel León Hernández, a quien atacó por la espalda, proyectándole un pelotazo de béisbol en la nuca, dejándolo por más de 30 años inconsciente hasta perder la vida.

Dos asesinatos no resueltos por la justicia, sino más bien López sigue actuando con la impunidad que le ha caracterizado desde toda su vida, y ahora viene con el cuento reiterativo de hacer manifestaciones “morales” cuando de antemano carece de ese sentido común.

Si fuera Obrador una gente responsable y no andar conduciéndose para que México se convierta en un país comunista, por ética política ya hubiera renunciado a la Presidencia de la República, cargo que le ha quedado tan grande que ha abusado de la nobleza de un pueblo, contrastando con el enriquecimiento inexplicable de sus familiares, así como a toda una pandilla que lo rodea y que lastimosamente integra en su gabinete, con sus contadas excepciones.

Un fratricida… hablando de moral. Uno de los problemas principales en el hombre es tomar sus propias decisiones y hacerse responsable de las consecuencias del acto. Ejemplo, cuando somos niños, nuestros padres nos indican ¡no digas mentiras! y cuando llega el cobrador, la mamá le dice al hijo, -¡dile al señor que no estoy!

De la misma forma cuando una persona fue educada dentro de un ambiente donde el valor fundamental, es el respeto a la vida de cualquier ser humano y posteriormente la hija se enamora y queda embarazada, se plantea el hecho de que si debe abortar o no, porque unos le dicen que sí y otros que no, entonces ¿qué debe hacer?

Se podrá seguir mencionando otros casos, pero el hecho es que el problema es serio, ya que si una persona pretende regir su vida en función de las normas éticas y morales, ¿cuál será el criterio que debe elegir para tomar una decisión u otra?

El objeto de esta parte es reflexionar y analizar las ideas que están en la base de las normas, para poder esclarecer cual debemos elegir en determinada situación, y en todo este paradigma, López Obrador queda totalmente reprobado.

¿Por qué mataste a tu hermano? ¿Por celos, por envidias? ¡Por los mil demonios! ¿Por qué le quitaste la vida a tu propio hermano?, es el permanente cuestionamiento que se hace la sociedad, sin hallar una aclarativa inmediata por parte del Señor Presidente de la República.